lunes, 2 de marzo de 2009

Acontecimientos agotadores, pero valedores de ello

Vaya ajetreo de fin de semana... será difícil ser breve.
Para empezar el viernes, similar al partido del Atlético de Madrid - Barcelona, un auténtico ir y venir. Sin radio, vuelvo a comprar libros (y no se los que van ya ni los que quedan por venir, un auténtico yonkilibrero vamos), y tras conocer al dependiente al que llaman Howard, me dice que vuelva más tarde a ver si han traído otros libros que necesitaba. Voy a lógica, tras ello, corriendo a hacer unas copias a reprografía, hay cola, tardo mucho, cuando consigo hacerlas ya es tarde y me doy una carrera hasta la librería, resulta que no, que los libros no han llegado en el envío, que me pase el lunes (para mi, el martes, por ser filósofo), otra vez corriendo a clase, a la que llego media hora tarde y claro, cuando acaba, pido los apuntes y otra vez corriendo a hacer fotocopias, y para chasco, como debido a lógica las clases terminaban con retraso, salgo a 13:10 o 13:15 de hª ciencia, lo cual, junto con las fotocopias ya mencionadas, hacen que también llegue tarde ha hª filosofía antigua, y lástima, porque estaban hablando de mi y el debate que propuse sobre la mitología de Cerbero, pero en cualquier caso, la clase también termina tarde, entorno a las 14:35, lo cual dificulta mi plan de coger el tren para llegar a tiempo al civis y poder jugar el partido del fútbol, pero yo como el Madrid, da igual y sigo luchando, así que me pongo a correr como un descosido, cojo el tren, y en Chamartín me vuelvo a pegar la carrera padre para lograr alcanzar el civis, al cual me tengo que lanzar, casi literalmente, ya que justo cuando entro se cierran las puertas tras de mí.
¿Qué, ajetreado o no el día en la uni? (Para los estilísticos literarios, si, no he puesto ningún punto para que os hagáis una idea de lo movidito que fue). ¡Y sólo estamos por la mitad del día! En el civis hablo con unas compañeras sobre mi maratón particular en el día de hoy, que alucinan de que saliendo a menos veinte de la universidad haya podido coger el civis... es el milagro de la velocidad.
Después, en Torrejón espero a Payo, el buen anfitrión, vamos a mi casa, me cambio y al partido. Vuelta a correr. Se nota que no hago ejercicio a menudo y sobre todo el palizón que llevo a cuestas, pero ganamos. Pero lo mejor fue después, a la vuelta, ver a Toñin, el que sabe de fútbol, en sus prácticas de autoescuela... esa imagen vale oro.
Después de que termine, me despido del buen anfitrión, me ducho quedo con el novel conductor para ir con Nerea, la que siempre está ahí, Irene, la que coge el autobús, y Nuria, la que acompaña a aquella que va en autobús, para ir a una fiesta en la universidad de Guadalajara. Volvemos a correr para llegar a la estación, donde nos dicen que han perdido dos trenes, y yo, hablando de civis, veo como se acerca uno... y si, vuelta a correr para cambiar de anden y cogerlo, de nuevo por los pelos.
Y adivinad qué nos espera en Guadalajara. Efectivamente, otro palizón hasta llegar a la susodicha fiesta. Llegamos a la fiesta a las 8, medianamente bien, me encuentro de sorpresa con una de mi universidad, buena conversación, vinacho y poco más... pero lo mejor está por venir. Volvemos a la estación y si, otra vez caminata de Santiago, en la que de camino paramos a comprar en los unos chinos, donde, sorprendentemente, también te dejan hacer bocatas... Toñín, el que sabe de fútbol, ya no sabe que hacer. Y finalmente, tras haber corrido por coger algún bus que en último momento cambió de dirección, llegamos a la estación a las 23:15. Ahora viene lo bueno: no hay trenes.
- ¿Cómo que no hay trenes?
- No hay trenes
- ¿Pero cuando dices que viene el tren?
- No hay trenes
- ¿Y el siguiente tren?
- A las 5:30 de la mañana
¡Tócatelos, tócatelos ahora mismo! Era para ponerse enfrente de la estación, bajarse los pantalones, cogérsela y empezar a meneársela así, así, pa' arriba, abajo, derecha, izquierda... Yo ya reía por no llorar. Estabamos de foto allí, los 6, pues de la fiesta se había venido con nosotros una compañera de Nerea, la que siempre está ahí, que se cagaba en la puta más que nosotros, ya que ella tenía que ir hasta Santa Eugenia.
Y allí estábamos, sin tren, sin autobuses, viendo como los trenes llegaban de Madrid, comiendo bollitos y un poco de chorizo de los chinos, yo me cargo la bronca de un segurata por el escándalo que habían montado unos garrulos que se habían ido y por sostener un cartón de vino de Irene, la que coge el autobus, y me dice que si no monto jaleo me lo deja beber tranquilo... acabamos tirados dentro de la estación, que por lo menos no hace frío. Llamamos a Payo, el buen anfitrión, por si venía en su Payoneta, pero es normal que dijese que ¡Tomaaaa!, ya que estabamos donde Cristo dio 3 voces, estaba de aniversario con Cris, la que levanta el ánimo, y había bebido algo.
Al final Irene, la que coge el autobús, llama a su padre, el único con un coche lo bastante grande para todos, pero entre que miraba la ruta, si había o no trenes... digamos que tardó. Eso sí, yo me reía como nadie, con mi risa de loco y las bromas que nos traíamos.
Toñín, el que sabe de fúbol, había soltado ya las dos frases de la noche: "No vuelvo más a esta mierda de pueblo" y "¿Desde cuando los chinos hacen bocatas?" Simplemente, las perlas del día.
Al final, a la 1 de la mañana, viene nuestro salvador. Vamos a Vallecas a dejar a la compañera de Nere y vuelta a Torrejón. Yo ya me caía redondo en el coche. Pero valió la pena.
Ojo, y esto solo fue el viernes. El sábado tantas agujetas tenía que ni dormí bien y casi ni me podía levantar. Como con mi familia fuera y luego visito a Payo, el buen anfitrión, junto con mi hermano. Desde luego, tiene todo atado para su aniversario y la verdad es que es asombroso lo que ha planificado. Le acompañamos a recoger a su novia al Corredor y luego me voy a casa de Toñín, el que sabe de fútbol, a ver el partido... golazos de Guti y de Raúl, el 7 de España y poco más... ¿ganaría el Atleti?
El domingo a comprar el regalo de mi padre por su cumpleaños y día del padre, y unas compras con mi madre... ya no se cuantas veces tuve que firmar y prefiero no pensar en el dinero que pasó por mis manos, y por la noche, quedo para tomar algo con Payo, el buen anfitrión, Nerea, la que siempre está ahí, Anca, la que habla en múltiples idiomas, Irene, la que coge el autobús, y Nuria, la que acompaña a aquella que va en autobús. Planificamos el viaje a mi pueblo y hablamos lo típico.
De vuelta a mi casa, me toca ingeniarmelas para esconder el regalo de mi padre. Y para chasco, no hay nuevos capítulos de House en V.O.S.E.... menos mal que el capítulo de Lost se volvió a superar y dejarme con la mandíbula desencajada y con un "Al loroooooooo".
Y hoy pues nada, he ido a solicitar mi ayuda del bonotransporte y me toca ponerme a trabajar tras unas semanas de gran vagueo.
¿Qué, movidito o no este finde de semana? Y por cierto... HAY LIGA. Después de todo. Se cumplen mis cálculos: esta jornada a 4 puntos, la siguiente a 1, ganamos en el Bernabeu al Barcelona y ya estamos dos puntos por delante. La liga en el bolsillo, jejejeje.

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