martes, 17 de febrero de 2009

Atlante caído, resistencia inútil...

Cuenta el poeta Hesíodo que después de que Zeus obtuviese la victoria en la Titanomaquia, condenó al titán Atlante (o Atlas) a sujetar el mundo por toda la eternidad. La única noticia que se tiene de un momento en que gozó de reposo fue cuando Heracles (Hércules) se ofreció a sostener su pesada carga a cambio de que Atlante recogiese las manzanas de oro del Jardín de las Hespérides. Pero, aunque trató de evadir volver a sostener el mundo, finalmente no pudo evitar su castigo eterno.
Siempre me he preguntado como se sentiría Atlante, en su soledad... siempre me he preguntado por su cansancio e incluso me he compadecido del titán... quizá sea porque me siento igual que él. Sin duda alguna Atlante debe de estar agotado de aguantar con sus hombros la pesada carga que supone el mundo. Ese mismo agotamiento es el que me invade a mi... me siento como un el soldado insignia de un ejército, que, totalmente sólo en el campo de batalla, sigue aguantando golpe tras golpe las embestidas del ejército enemigo, pero que aunque resiste y retrocede, en lo más profundo de su ser sabe que, si no vienen refuerzos, deberá claudicar pronto o perecer, en cualquier caso, sabe que no vencerá... En cierto modo, me siento como Atlante, castigado a sostener una pesada carga, pero a diferencia de él, a mi me empiezan a flaquear las rodillas, el sudor comienza a correr por mi frente, mis brazos empiezan a temblar, mi nuca comienza a dolerme y lo que es peor, no se por qué Zeus me ha castigado... lo único que se es lo que sabe el soldado, que debo aguantar, pero al igual que él y que Atlante, me surge una pregunta ¿hasta cuando? ¿Vendrán refuerzos, me perdonará Zeus, o finalmente seré derrotado por el enemigo y mi mundo caerá de mis hombros? Sólo se que ha cada día que pasa, la esperanza se desvanece y las fuerzas me abandonan un poco más...
Por otra parte, el día no me da motivos de alegría. Compro La asamblea de las mujeres, de Aristófanes para Teatro Griego y resulta que han cambiado la traducción justo en 2009 (irónico mal para mí del destino, nuevamente), y esa versión no vale... apaga y vámonos, ¡si es la misma obra! Para mí, vale de sobra... también me he comprado El nacimiento de la tragedia... me muero de ganas por leerlo dentro de unas semanas, nunca he leído nada completo de Nietzsche y creo que no hay mejor forma que empezar que desde el principio...
En Estética, me siento perdido. Analizamos un cuadro cubista. Yo veo garabatos, los que entienden ven arte... yo me veo raro con el pelo corto, la gente dice, a pesar de que les insisto en que no deben mentir, en que estoy más guapo. Conclusión, aunque que la mayoría opine que algo es cierto, no implica que lo sea, pero puede ser un buen indicio, más aún si entienden del tema (como son mis compañeros en estética o las mujeres sobre mi imagen física), por lo que mi sentido de la estética, el arte y la belleza está totalmente distorsionado.
Por lo menos, hoy he tenido una alegría cuando Payo, el buen anfitrión, me invita a dar una vuelta en su coche, ya que hoy es su primer día con carné de conducir... también viene Cris, la autobautizada como de creciente imaginación. No me habituo a ver a Payo conducir. Definitivamente, cual House, me cuestan los cambios.
Por último, como dicen que mi blog es a veces muy críptico, seré ahora más claro. Hoy en mis momentos de desvarío de pensamiento por la mañana, mientras leo comentarios de Luis Gil sobre El Banquete, de Platón, veo a Irene, la que coge el autobús, en el bus. Pienso mientras hablo con ella el error, bueno, los errores, que comete... lo peor es que se por qué lo comete y las erroneas razones por lo que lo hace y peor aún, se lo que viene y vendrá después. Si uno calla es malo, el problema es que si habla es peor... y si se entera de estas líneas, habrá otra Titanomaquia... Bueno, ya puestos espero que el mal llegue rápido, al menos así podremos solventarlo antes. Si alguien echaba de menos lo crítico con respecto a esto, aquí tiene su ración: sólo digo que el terrorismo es fatídico para las personas.
Y todo el jaleo vendrá porque la Verdad es difícil de escuchar... uno se siente como Tiresias, sabe lo que va a ocurrir irremediablemente, pero si lo revela, Edipo no dudará en acusarle...
Gracias y Namaste

1 comentario:

  1. Macho, siempre estás un poco deprimido. Ánimo, que estás en una etapa increible de la vida. Suerte con Nietzsche, ya me contarás que tal.

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